Mateo 24:45
¿Quién es, pues, el siervo
fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el
alimento a tiempo?
Ciertamente hoy más que nunca Dios quiere
en sus filas siervos fieles, mayordomos que administren los misterios del Reino
de conformidad a Su voluntad y no a la nuestra, libre de pasiones terrenales
que tanto daño le hacen a la obra del Señor.
Una congregación local no escapa a esa realidad;
Se buscan siervos fieles que tengas las siguientes cualidades:
1. Buen administrador con pocos
recursos:
Mateo 25:21
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco
has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
No es necesario esperar tener mucho para
servirle a Dios, precisamente Él quiere que en lo poco seamos hallados rectos.
2.
Un adorador que agrade a Dios
primero:
Gálatas 1:10
Pues, ¿busco
ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?
Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
El que hace las cosas solo por agradar a
los hombres siempre tendrá un límite en su vida, hará las cosas para tener la
venia de quienes le rodean, buscará imitarles haciendo las obras del mundo.
3.
Una persona con paciencia y
mansedumbre;
2 Timoteo 2:24
Porque el siervo del Señor no debe ser
contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
El siervo que busca Dios para hoy no es
alguien con cólera, que de todo se ofusque guardando rencor o atropellando a
aquellos que no piensan como él o ella. Es alguien empático, que con
mansedumbre corrija y con paciencia enseñe.
4.
Uno que se niega a sí mismo:
Lucas 9:23
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Un siervo entiende que es un servidor de
Dios a través de los demás. Dejar a un lado nuestro egocentrismo es uno de los
primeros requisitos que Dios pide de nosotros. Qué difícil es cancelar nuestros
planes, deseos, apetitos, agendas por nuestro Dios; Pero eso es lo que
realmente Dios quiere de nosotros. Las preguntas claves de hoy son ¿Qué hemos
sacrificado para el servicio de nuestro Dios? ¿Cuándo fue la última vez que
realmente nos negamos un deleite por entregarlo en servicio a Dios?
5.
Alguien que ejerza la
autodisciplina:
2 Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio.
Tener el poder es tener la capacidad de
hacer, y lo que hace, lo hace como para el Señor, de amar no importa cuánto le
cueste y de autocontrolarse, es un creyente que sus emociones no le dominan,
sus sentimientos están bajo control.
6.
Un Siervo de Dios que sea
Humilde:
Colosenses 3:22-23
“Siervos, obedeced en todo a vuestros amos
terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres,
sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres”.
Alguien que para servir a Dios entienda,
que lo que hace no es para que los demás lo vean, sino para que el nombre de
Jesús sea glorificado. Entre más sea humilde, Dios más lo va a exaltar, entre
más se exalte, Dios más lo va a humillar. Al fin y al cabo con nuestro trabajo
y servicio estamos tratando de reflejar a Cristo en nosotros y no nosotros a
nosotros mismos. Dios no busca a quienes quieran recompensa de hombres, Humíllese bajo la poderosa mano de Dios, y
deje que él lo exalte cuando sea tiempo. “Humillaos delante del Señor, y él os
exaltará” (Santiago 4:10).
7.
Un Servidor de Dios que esté
presto para servir en todo tiempo:
Lucas 9:57-58
Yendo ellos, uno le dijo en
el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las
zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre
no tiene dónde recostar la cabeza.
Un siervo que a pesar de sus ocupaciones
múltiples no escatime tiempo ni esfuerzo para acudir al llamado. Hay personas
que solo les gusta servir cuando no tienen nada más que hacer, o solo cuando
hay alguien más que los está mirando para ser reconocidos.
Como siervos de Dios debemos estar prestos
en todo tiempo. Que no haga como Jonás que cuando Dios lo llamó al servicio, en
vez de decir heme aquí, salió huyendo a esconderse en un barco.
8.
Un siervo de Dios esté pronto a
avanzar otro kilómetro extra:
Lucas 17:30
“Así también vosotros, cuando hayáis
hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo
que debíamos hacer, hicimos”.
Un verdadero siervo, no limita su servicio
a Dios. Va mucho más allá de sus propias fuerzas, que decide caminar aún más
allá de lo que fue enviado a hacer.
Dios te está llamando, es ahora, es ya, no
es mañana, no es cuando usted esté desocupado, no es cuando usted quiera, el
llamado es ahora. Mañana puede ser demasiado tarde. Dios le habrá dado la
oportunidad y el privilegio a alguien más. Dios busca siervos fieles.
Pastor Heyvi Castillo.
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