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martes, 3 de diciembre de 2024

Reconociendo el Señorío de Cristo

 


Hechos 2:36 

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

     Pensando en la dirección que debe tomar nuestras vidas, surge la idea que para tomar la dirección correcta se requiere un experto que sepa guiarnos. Esto para un creyente es relativamente fácil porque sabemos en teoría quién es ese experto; es más, ese experto no posee solo esa cualidad, sino también se ha convertido en el Señor; por qué se le llama así? Porque por su sacrificio en la cruz Dios lo elevó y puso todo debajo de sus pies: 

📖 1 Corintios 15:27

Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.

     Qué significa la palabra Señor? Esta palabra se utiliza para distinguir respeto a una persona; pero también hace referencia a una persona que es dueña de algo. En hebreo el término _”kyrios_” se traduce como símbolo de dominio, poder, potestad y mandato de alguien sobre los demás, como consecuencia, esta persona es digna de respeto, valor y honra. El término en hebreo "Adonay" también se traduce como Señor, alguien que tiene dominio y es importante. En la disertación del apóstol en el texto del principio explica que Dios mismo hizo de Cristo Señor de todo.

  📖 Filipenses 2:10-11 

para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

    Aquí, se determina la acción de aquellos que estamos bajo el señorío de Cristo: las rodillas se doblan y toda lengua confiesa que su vida le pertenece a Cristo como su Señor. Cuán duras son estas palabras para nuestro ego, pero más duro es reconocerlo; por qué nos costará tanto reconocer ese señorío en nuestras vidas? Algunos temen hacerlo porque perderían control, nos acostumbramos a ser dueños de nuestras vidas aunque eso signifique dirigirnos al desfiladero.

 📖 Filipenses 3:7-8 

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

    Aquí expresa el apóstol lo que para él significa que Cristo sea su Señor, aunque para eso deba tener por basura todo el éxito que había alcanzado antes de conocerle, todo su abolengo, todos sus diplomas y aún toda su forma de vida se redujo a pérdida, todo por reconocer el señorío de Cristo.

     Tu tiempo y tu dinero están bajo el señorío de Cristo? Es Él quien realmente determina la dirección de estos dos elementos tan importantes de la vida (que a veces mal llamamos secular)? Si no eres el dueño, entonces eres un administrador, así que como tal, tienes que administrarlo con fidelidad: 

📖 1 Corintios 4:2 

Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.

    Hemos encontrado lo mejor para nuestras vidas, ese creemos; pero para que eso sea cierto, tendríamos que haber dejado de lado lo más preciado que teníamos antes de conocer a Cristo tal como el mismo Señor Jesús se lo enseñó a sus discípulos con la parábola de la perla de gran precio (Mateo 13:45-46).

     Nuestra conversión a Cristo no consiste solo en reconocer Su salvación que ya de por sí es un preciado regalo; renunciamos a la impiedad, a la vida pasada, a lo oculto, a las obras de las tinieblas; PERO; reconocemos el señorío de Cristo en nuestras vidas, convirtiéndolo a Él en dueño absoluto de todo cuanto somos y tenemos, ahora le pertenecen a Él, y como tal, antes de usarlo, conquistarlo o gastarlo hay que consultar al dueño y disponer de eso cómo y cuándo Él así lo quiera (si es que así lo quiere).

 

Pastor Heyvi Castillo.

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